Este estreno marca un hito histórico para la Compañía Nacional de Teatro Clásico, ya que es la primera vez que una mujer dirige esta obra clave del repertorio del Siglo de Oro español. La propuesta busca reinterpretar la fuerza colectiva y el contenido político de la obra, conectando con las inquietudes del presente.
Bajo la dirección de Rakel Camacho, esta propuesta escénica recupera la esencia más cruda y viva del texto barroco, llevándolo al centro de los debates actuales sobre poder, violencia, género y resistencia popular. «La rabia y la violencia que se despiertan tienen que ser lideradas por la mujer frente al diálogo, la palabrería y la inacción de los hombres», explica la directora.
La versión de Camacho, con dramaturgia firmada por María Folguera, recupera el contexto histórico completo de la obra, incluyendo la figura de los Reyes Católicos y el conflicto bélico en Ciudad Real, a menudo suprimidos en versiones anteriores. Además, pone el foco en las emociones humanas que vertebran la obra: la rabia ante el abuso, la dignidad arrebatada, el dolor de los cuerpos ultrajados y la fuerza del «basta ya» colectivo. Como señala la propia directora: “Fuenteovejuna es piel, carne y huesos. Es la humanidad lanzando una pregunta imposible de responder: ¿cómo acabar con la violencia?”.
En este sentido, Camacho añade: “En Fuenteovejuna el amor y la violencia se presentan como fuerzas opuestas que atraviesan toda la obra, reflejando la lucha entre la resistencia frente a la tiranía y la injusticia. A través del montaje, se muestra cómo el amor, a pesar de la opresión y la maldad, siempre logra imponerse”.
Por su parte, María Folguera ha destacado: «Necesitamos volver a Fuenteovejuna una y otra vez por esa fuerza que tiene y por cómo nos dice que, a pesar de lo cruda que se pueda poner la cosa, las voces resisten, construyen y llaman a la memoria futura. En 2025, encontramos que esta obra nos habla de un tiempo en el que hay un cambio de paradigma, como el que estamos viviendo, en el que se ejercen liderazgos brutales.» Su versión recupera el peso histórico y político de la revuelta, sin dejar de lado los momentos de ternura, humor y digresión tan característicos del teatro de Lope.
Fuenteovejuna, publicada en 1619, se inspira en una revuelta real ocurrida en 1476 en un pueblo cordobés contra la tiranía del Comendador Fernán Gómez. La obra denuncia el abuso de poder y exalta la resistencia colectiva. La célebre frase “Fuenteovejuna lo hizo” se ha convertido en un símbolo de lucha social y unidad frente a la injusticia.
La puesta en escena destaca por su fuerza visual, la presencia de la danza, la música en directo y un cuidado trabajo corporal, elementos que dan forma a un lenguaje escénico híbrido, vibrante y cercano al espectador actual. La tensión dramática alcanza uno de sus puntos álgidos en el monólogo de Laurencia, auténtico emblema del teatro español, convertido aquí en un grito desgarrado contra la impunidad. La directora apuesta por crear una obra de arte total: “Es una experiencia sensorial que combina palabra, cuerpo, música y movimiento para llevar a escena una historia que es nuestra”, afirma Rakel Camacho.
Esta producción fue presentada previamente en el 48º Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, el pasado mes de julio, donde fue recibida con elogios por su fuerza, actualidad y originalidad. Con esta propuesta, la CNTC reafirma su compromiso con una lectura contemporánea de los clásicos, posicionando Fuenteovejuna como un espejo para entender la esencia humana y las luchas colectivas que atraviesan los siglos.
EN CARTEL: del 25 de septiembre al 23 de noviembre de 2025
Encuentro con el público: miércoles, 8 de octubre de 2025
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